No es un secreto que hace unos pocos años, después de que se “rompiera” la llamada burbuja inmobiliaria, todo el mercado se resintió y tuvo prácticamente que reconstruirse desde cero. Esta situación tomó características diferentes dependiendo del contexto de cada población. En cuanto a las inmobiliarias en Roses y Empuriabrava, no es de extrañarse que potenciaran las fortalezas turísticas de la zona y además, buscaran adquirir una presencia cada vez más sólida al otro lado de los Pirineos.

Estos dos elementos han caracterizado desde hace al menos un lustro al sector inmobiliario en la zona del golfo de Roses, y bien vale la pena ahondar un poco en estos dos aspectos para clarificar las ideas de los potenciales interesados en adquirir un apartamento en Roses o más precisamente, en Empuriabrava. 

Potenciando la infraestructura turística

Las inmobiliarias de Roses y Empuriabrava han buscado crear una sinergia interesante tanto entre ellas (baste ver la existencia de Cbrai como asociación de inmobiliarias (Costa Brava Associació Immobiliària), como con la gran cantidad de empresas que constituyen el tejido de la infraestructura turística de Roses.

Si tenemos en cuenta que la propia historia de Empuriabrava nos habla de una zona residencial pensada para el turismo, no es para nada raro que las agencias inmobiliarias exploten en sus panfletos y sitios web la gran cantidad de atractivos e instalaciones turísticas de la zona.

Siempre cabe recordar que Empuriabrava cuenta con una construcción pensada en y hacia el mar. La gran marina ha influido de gran manera en la forma en que se pensó toda la urbanización, con lo que tenemos edificios de apartamentos y casas que cuentan con sus propios amarres a la marina y que se encuentran apenas a algunos pasos de los distintos canales que constituyen esta “Venecia” del Mediterráneo.

Las propias casas y apartamentos están pintados de blanco y cuentan con grandes ventanales que miran siempre hacia el mar.

Esta construcción enfocada hacia la vida estival y marítima ha permitido el florecimiento de una gran cantidad de negocios como boutiques, restaurantes internacionales, parques de diversiones, bares y centros deportivos-acuáticos que a su vez, atraen más turistas y compradores. Por ello la importancia que cobra en el sector local mostrar el potente desarrollo turístico de Empuriabrava.

Cabe también poner el acento en el valor de la colaboración entre agencias inmobiliarias, que es un factor que ayuda a movilizar el mercado y a aprovechar al 100% esta configuración turística. La idea del Multiple Listing Services promovida por Cbrai permite un auténtico trabajo conjunto y moviliza aún más un mercado inmobiliario activo y ágil como el de Roses y Empuriabrava. 

Dentro de este afán de potenciar el valor de joya turística de Empuriabrava como zona residencial y del municipio de Roses en general, está un nuevo giro en la difusión de los atractivos de deporte y deporte extremo de la región. Un público joven y ávido de aventuras que está dispuesto a comprar un apartamento o una casa en Roses, se encuentra receptivo de ideas y de información. El marketing que realizan las inmobiliarias de la zona busca alcanzar a este público: personas de entre 30 y 50 años, activos físicamente y enamorados de las actividades intensas. Este grupo se compone de individuos que probablemente pueden invertir en una residencia secundaria que les ofrezca cercanía a las instalaciones que buscan para divertirse a pleno con deportes como el paracaidismo, el kitesurf, windsurf, SUP, buceo en agua profunda y por supuesto, navegación con distintos tipos de embarcaciones. Todo ello se convierte en un motor para el mercado inmobiliario local.

Buscando atraer compradores de otras latitudes

El segundo gran motor de la actualidad inmobiliaria en Roses y Empuriabrava, es la búsqueda de un mercado más allá de las fronteras de España. El primer objetivo lo representan los compradores franceses: los apenas 40 kilómetros que separan Empuriabrava de la frontera francesa son la primera de una serie de razones por las cuales hay una gran afluencia de interesados desde el país galo.

Evidentemente, también hay otras razones:

a. Lo bien comunicada que se encuentra la zona con Francia. Gracias a los aeropuertos de Girona y Perpiñán, así como a los apenas 120 km que separan Roses de Barcelona.

b. El imán que representa una playa más cálida en verano para franceses que no viven cerca de la costa mediterránea y que buscan calor y buen clima. Personas que se jubilan, o jóvenes matrimonios y familias que desean una residencia secundaria en un lugar idílico, encuentran en Empuriabrava precisamente lo que buscan.

c. El dinamismo de los precios que existe. La gran variedad de apartamentos y casas en Roses y particularmente en Empuriabrava, de pequeños pisos a casas familiares con jardín y piscina, hay un poco de todo. Los precios son más accesibles que en el lado francés de la frontera y el precio en general de la vida, también es más accesible. 

Debido a esto, las agencias inmobiliarias de Roses se movilizan en ambos lados de la frontera, ofrecen información en varios idiomas y atraen un público diverso y que enriquece mucho la comunidad que reside en Roses.

Precisamente, último detalle de la actualidad inmobiliaria de la zona. Hay una gran movilización social e institucional por fortalecer las relaciones y el equilibrio entre habitantes permanentes y turistas, así como entre desarrollos inmobiliarios y turísticos y el medio ambiente. El hecho de que se trate de una zona tan densamente habitada en temporada de verano y que haya un flujo importante de turistas, no impide que haya una búsqueda de equilibrio entre todos estos actores. Y por supuesto, las agencias inmobiliarias son protagonistas de este movimiento de respeto y balance entre posturas y necesidades de los distintos involucrados.